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Así satélites siguen al fenómeno "Godzilla"

Los satélites Copernicus SentinelAeolus revelaron este viernes las grandes cantidades de partículas de polvo del desierto del Sahara en el norte de África.

Por: Redacción 10 Julio 2020 17:37

El viento traslada grandes cantidades de polvo a través Océano Atlántico y "juega un papel importante" en el ecosistema, según reveló este viernes la Agencia Espacial Europea (ESA).

La ESA denominó a esta masa de polvo del Sahara con el nombre de Godzilla, como el popular monstruo del cine de ciencia ficción japonés.

Indican que se forma entre fines de la primavera y principios del otoño, alcanzando su punto máximo a fines de junio hasta mediados de agosto.

El trayecto de Godzilla es monitoreado de cerca por los satélites Copernicus Sentinel y Aeolus. Este último se caracteriza por brindar información valiosa sobre la altitud y la extensión vertical de la capa de aerosol (partículas sólidas o líquidas suspendidas en un gas), ya que pueden determinar la altura a la que viaja la capa de polvo.

La información es extremadamente importante para diseñar modelos de calidad del aire utilizados por el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera Copernicus para predecir qué tan lejos viajará Godzilla, cómo se desarrollará y los efectos que tendrá a lo largo de su recorrido.

Por su parte, el satélite Copernicus Sentinel-5P mapea una multitud de contaminantes del aire en todo el mundo, Aeolus es la primera misión satelital en adquirir perfiles del viento de la Tierra a escala global.

Aeolus también entrega información sobre la distribución vertical de las capas de aerosol y nubes. Esta combinación de datos satelitales permite a los científicos mejorar su comprensión de la capa de aire sahariana y permite a los pronosticadores proporcionar predicciones más acertadas de la calidad del aire.

En esta época, grandes cantidades de partículas de polvo del desierto africano son arrastradas hacia el aire seco por fuertes vientos cerca del suelo, así como tormentas eléctricas.

El polvo puede flotar durante días o semanas, dependiendo de lo secas, rápidas y turbulentas se vuelvan las masas de aire.

Posteriormente, los vientos en la troposfera más alta barren el polvo a través del Océano Atlántico hacia el Caribe y los Estados Unidos.

Aunque este fenómeno meteorológico ocurre todos los años, la ESA señala que el pico de junio de 2020 es "inusual" debido a su tamaño y la distancia recorrida.

Según el Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico Atlántico de la NOAA, el pico de polvo era alrededor del 60 al 70% más polvoriento que un brote promedio, lo que lo convierte en el evento más polvoriento desde que comenzaron los registros hace unos 20 años.


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