CRONOS POLÍTICO

AMLO LLEGA A su segundo año en el peor de los escenarios mundiales, la pandemia Covid y la crisis económica mundial.

Mal que bien, o al menos mejor que otros países, México ha sobrellevado la crisis sanitaria y la económica, pero ésta apenas empieza a golpear los bolsillos.

Las mañaneras, conferencias de prensa diarias de hasta dos horas y media, son el instrumento de consolidación y ejercicio de su poder; gobierna, atiende a las clases populares hacia quien va dirigido, amenaza y presiona a sus opositores.

Como ningún otro presidente de los tiempos modernos, AMLO ha sabido a toda costa, incluyendo su pellejo, mantener buenas relaciones con EU, ante un presidente como Trump, agresivo; Libró problemas fuertes como migrantes, cierre de fronteras, amenazas de tarifas a exportaciones mexicanas, salud.

La política de no deber, sacude a los economistas de derecha e izquierda, pero a la larga dará buenos resultados.

Su relación con las élites económicas es perfecta y con líderes de la iniciativa privada medio se rompió al negarles apoyos fiscales, pero éstos ya volvieron a manifestarle su apoyo.

EL CENTRO DE LA lucha de este segundo año es el Covid donde, pese a las críticas, se evitó la saturación de hospitales y los muertos en las calles, pero fue evidente la falta de apoyo a los Estados, la información contraria o hasta contradictoria que llevaron al punto, casi, de la desesperación social.

Y para el segundo año viene como eje central el combate a la corrupción.

La lucha anti corrupción se convirtió en el principal instrumento de contención de la oposición, al denunciar y exhibir a sus enemigos.

Los procesos contra Emilio Lozoya y Genaro García Luna son icónicos en la 4T, contra Luis Videgaray, Carlos Salinas de Gortari y Felipe Calderón, los demás son peces menores, incluyendo a Enrique Peña Nieto.

ADEMÁS ENTRA al segundo tercio de su mandato con un partido oficialista sólido, que supera en cuando menos cuatro a uno a cualquier otro.

Oposición desecha, sin líderes fuertes, sin causas claras, asustados por el temor de que les aparezcan los vínculos con la corrupción.

Y continuará con la política económica centrada en atender reparto de pensiones, becas o salarios; apoyo en las remesas, inversión de obra pública, cero deuda, restricción del gasto y combate a la corrupción, ahorro en gasto corriente

EN EL CORTO PLAZO no se ve una oposición seria, está desgastada, no presentan banderas reales, el fuera AMLO avanza pero no ofrece alternativas.

Los ataques contra el presidente, en su gran mayoría, están centrados en los memes, posiciones viscerales, desarticuladas que al final sólo consolidan el voto duro de quien atacan.

Partidos y organizaciones no quieren enarbolar causas de fondo, se pierden en medios.

Seguramente la oposición a AMLO crecerá, pero quien sabe si sea suficiente para que en el 21 pierda la mayoría simple en la Cámara de Diputados, seguramente ganará la mayoría de las 15 gubernaturas.

Sin duda la Suprema Corte de Justicia de la Nación tiene sobre sí el estigma de la corrupción que la envuelve, esto le impide ser un auténtico contrapeso de poder.

El poder legislativo, Cámara de Diputados y Senadores, sobre todo esta depende de la mano de AMLO, sin embargo en San Lázaro el control se vuelve cada vez más difícil para Morena, por la división interna.

NADIE PUEDE NEGAR que la lucha por suceder a AMLO está en marcha, son conocidos los movimientos de Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Claudia Sheinbaum para ser titulares del ejecutivo.

Morena el partido del gobierno se está acabando solo, tiene una gran fuerza pero la maldición de la izquierda; la división está haciendo mella, la pugna de ayer en la Cámara de Diputados y la encuesta para elegir dirigente de partido son sólo dos ejemplos.

Igual que antes, pero ahora sin el menor respeto a las formas, los gobernadores se han convertido en figuras decorativas dentro del federalismo autoritario, esto explica no los grupos, que siempre han existido, sino que se diriman en los medios.

¿QUÉ SE PUEDE ESPERAR? Nada nuevo, al menos en el corto plazo.

Seguirá un presidencialismo fuerte, con una política económica de control del gasto, apoyo a los marginados, draconianismo fiscal, oposición incipiente y sin banderas sólidas.

También, que la crisis económica escale a niveles insospechados en sus efectos y un crecimiento de la oposición interna contra el presidente en los grupos de poder en el gobierno.

La política de AMLO no cambiará, primero los pobres, combate a la corrupción, control de las finanzas públicas, no deuda y sacar los mega proyectos de obra pública.

Seguridad, salud y economía serán los ejes dramáticos sobre los cuales correrá el país para el siguiente año.